Celos

Llamamos celos al miedo intenso de perder el objeto de amor y realizamos acciones compensatorias para controlar esa pérdida.

 

Cuando la pareja viene con un problema de celos, realmente al ser pareja el problema de celos es de los dos pero uno es el que padece los celos propios el otro sufre el problema de manera prácticamente directa; por eso se define como un problema de pareja. La pareja puede venir en las siguientes fases:

 

FASE 1: La pareja detecta un problema desconfianza por parte de uno de los miembros de la pareja. Esto es dificultades para realizar actividades cotidianas y rutinarias fuera del entorno familiar por percepción de pérdida constante del objeto de amor. Si en esta fase se acude al psicólogo y el miembro desconfiado reconoce su problema, el tratamiento es considerado leve. Con la pareja desconfiada se interviene con un tratamiento adecuado para sus síntomas específicas y al otro miembro se le dan pautas que facilitan la superación de su pareja.

 

FASE 2: Después de la fase 1, la pareja en vez de afrontar el problema con ayuda externa, se etiqueta a la pareja desconfiada como celosa y el miembro confiado empieza a desarrollar  acciones inconscientes o mecanismos de defensas naturales pero que empeoran el estado de sufrimiento de la pareja que siente miedo a perder a su objeto de amor. Es ante este conflicto cuando se detecta el problema. La persona celosa ha de recibir su tratamiento específico e identificar origen del problema y la pareja ha de recibir asesoramiento de cómo modificar sus defensas automáticas y sustituirlas por conductas o reacciones más facilitadoras para la superación del problema en general.

 

FASE 3: Después de la fase 2 la pareja desarrolla una dinámica de relación enfermiza que cada uno actúa de activador con el otro. La terapia aquí es más restrictiva y directiva ya que ambos dos necesitan reparar las propias heridas, las cuales hacen que reaccionen continuamente en protección y defensa del daño de cada uno y no en pro a una relación sana de pareja.