Preocupaciones 

Nuestro cerebro es un estructura muy compleja. En un momento de la vida puede que haya sido necesario o inevitable ciertas preocupaciones, quizás hayan empezado por muy pocas pero por algo motivo lo ha convertido en un estilo de vida: sin control, si poder sobre ellos, si permiso para disfrutar del momento. Todas ellas presentan el nexo común de una sensación de malestar, tensión, estar en otra parte constante.

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Al no haber acceso a los pensamientos o preocupaciones para poder bajarlos la persona tiende a preocuparse por las mismas preocupaciones lo cual genera más preocupación; dentro de este círculo es fácil llegar a las obsesiones y a veces la persona genera algún tipo de repetición, acto o conducta de calma (llamada compulsión). Las compulsiones pueden ser desde llamar “bastante frecuente” a los seres queridos para saber que están bien, mantener un orden excesivo, rituales de superstición… Es muy amplio el repertorio de pensamientos y compulsiones que la persona puede llegar a generar.

 

Es importante saber que este círculo de pensamientos se mantiene y por lo general aumenta simplemente por la insistencia automática del cerebro de querer eliminarlos. Estas preocupaciones u obsesiones viven en la parte inconsciente o en el hemisferio derecho del cerebro o en el Sistema Nervioso Autónomo por ello su complicada eliminación desde la voluntad.

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¿Cómo se trata?

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La terapia consiste en investigar origen, comprender su inicial función adaptativa, este paso ya hace que mucho material pase al nivel consciente donde desde aquí (El Sistema Nervioso Central) es capaz de manejar y reducir la ansiedad que provoca y con ello la credibilidad con la que que los observamos. El objetivo no es la eliminación total (no existe persona sin preocupación basan) si no la eliminación de pensamiento sobrantes identificados como no servibles para nuestra bienestar.