El estrés postraumático es el residuo que queda después de haber vivido un episodio dramático, estresante, límite como por ejemplo alguna experiencia cercana a la muerte como una accidente, la muerte violenta de un familiar…

 

Este residuo desaparece de manera natural, el cerebro lo puede desintegrar por sí sólo pero otras veces debido al contenido de la experiencia, a los recursos de la persona en esa época, el cerebro no logra eliminar los pesnamientos, emociones, reacciones, contexto que acompañó aquel episodio y se repiten una y otra vez imágenes en sueños en forma de pesadillas, en recuerdos intrusivos que paran el avance diario.

 

Tal situación generó un nivel de estrés tan alto que bastó una sola vez para que la persona sustituya una manera funcional de vivir por otra que conlleva una continua alerta y miedo. Esta alerta y miedo genera  además La terapia se basa en una combinación de fármacos y psicoterapia. Los fármacos empleados se dirigen a tratar los diversos síntomas del síndrome, teniendo en cuenta los más acusados. Los medicamentos que suelen prescribirse son antidepresivos y ansiolíticos.

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¿Cómo se trata?

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​El avance en la Neurociencia ha descubierto que un área del cerebro queda afectada e hipersensibilizada a situaciones que se perciben como peligrosas. Las técnicas de tercera generación como EMDR, Braispotting son muy eficaces para desensibilizar los estados asociados al episodio traumático así poder recuperar en la mayor brevedad posible la funcionalidad en nuestras vidas.